Uno de los retos más importantes actualmente al hablar de marcas es por supuesto que una empresa llegue a crear un vínculo a nivel emocional con sus clientes, pues esto se traduce en fidelidad hacia la marca más allá de otros aspectos como el precio y los canales de venta en los que está disponible el producto o servicio para el cliente. Pero ¿cómo se consigue esto? Es fundamental una buena estrategia de branding diseñada para enganchar de esta manera a los clientes.
¿Qué es el branding?
El consumidor actual está altamente expuesto a un gran número de marcas a diario, que lo bombardean a través de mensajes e impactos por diferentes medios tanto, online como offline. A decir verdad, son muy pocas las marcas que el consumidor retiene y posiciona en su mente, este es por supuesto el objetivo de muchas empresas pero no todas lo logran. No se trata solo de vender un producto, se trata de vender emociones, experiencias y una forma de vida.
Más teóricamente el branding se define como la construcción de la marca orientada a mantener los atributos y valores que la empresa tiene como objetivo resaltar y por los que quiere llegar a diferenciarse por encima de muchas otras con las que compite. Si bien no pueden dejarse de lado los ámbitos corporativos y comerciales, las percepciones, sensaciones y experiencias que genera el producto o servicio en los consumidores es lo que verdaderamente hará que se posicione en la mente de estos.
Una estrategia de branding comienza en el momento en el que se construye una marca, y por esta razón en principio deben tenerse claro los elementos que componen a una marca.
¿Cómo se construye una marca?
Definición del objetivo:
A partir de estudios de mercado y del proceso de segmentación correspondiente podemos establecer un perfil claro del consumidor ideal, conocer sus hábitos, deseos y aspiraciones, de este modo podremos llegar a definir de manera más acertada que queremos comunicar y como lo queremos comunicar, de manera que el consumidor encuentre una forma de conectarse con nuestra marca.
Nombre, Logotipo, Color
El Nombre de una marca es uno de los aspectos más importantes, pues va a ser la forma en la que la marca va a identificarse. El nombre debe ser en corto, original, fácil de leer, de pronunciar y de escribir. Actualmente las tendencias de branding nos dicen que en la simpleza es clave a la hora de diseñar una marca pues más memorable y recordable será.
El Logotipo puede ser solo un texto o bien una imagen acompañada de texto. Recuerda, cuanto más sencillo y simple sea a nivel visual y semántico, va a ser más recordable o atractivo para el consumidor actual. Además debe cumplir tres exigencias elementales para una buena estrategia de posicionamiento: que sea versátil, es decir que tenga la capacidad de adaptarse a diferentes usos del mismo, que guarde alguna relación con lo que defiende y hace la empresa, y que sea legible.
El Color elegido para la marca es también otro elemento determinante para definir una identidad y posicionarla. En términos estratégicos es importante revisar los arquetipos en la psicología y ver la relación que tienen algunos colores con personalidades claras de marcas en el mundo.
Diferenciación de la competencia
Esta parte de la estrategia de branding se centra en el claro desarrollo de la personalidad de la marca y que esta sea coherente con los valores que desde un inicio se quieren resaltar. Aquí es importante diseñar la promesa de marca que se le entregará a los clientes al adquirir un producto o servicio, esta promesa debe ser posible y realizable, pues si no llega a cumplirse generará una mala percepción de la marca. Se trata de que la marca sea autentica y honesta, si se cumple con esta propuesta de valor los clientes sin duda comprobaran el nivel de compromiso y fiabilidad de la empresa generando una percepción positiva. Analiza bien tu producto y servicio tal vez tu diferenciador puede ser un excelente servicio al cliente, o envíos rápidos o bien un completo acompañamiento post venta. De este punto se desprende un gran diferenciador frente a tu competencia.
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Ser una marca honesta
Para poder lograr una conexión real con tu cliente y generar vínculos duraderos la marca debe ser honesta. Como lo viste en el punto anterior es de alta importancia prometer cosas que se puedan cumplir. Si bien una marca puede lograr un alto grado de influencia en los consumidores, un posicionamiento real se consigue mediante la confianza y esto se logra a través del tiempo demostrándole a tus clientes que reciben lo que la marca les esta prometiendo. Honestidad y transparencia. No lo olvides.
Co-branding entre marcas
Este tipo de estrategia consiste en la unión de dos marcas que se juntan con el objetivo de posicionarse y potenciar el valor de cada una, buscando principalmente una rentabilidad. Se debe analizar muy bien la marca con la que se va a hacer esta unión se busca tenga valores similares y que lo que comunica este alineado con lo que tu marca comunica. Asociarse con una marca con la que no se tengan muchas similitudes puede afectar el posicionamiento de ambas en su mercado. Tal como se evidencia en el mundo de la música, muchos artistas buscan hacer colaboraciones con otros en beneficio de ambos, esto demuestra el éxito que este tipo de estrategias tienen en diferentes mercados.
Capacidad de adaptación al mercado
Para evitar que una marca con el tiempo se convierta en una moda pasajera, la empresa debe estar atenta a los cambios de comportamiento tanto en el mercado como en sus consumidores en particular, y por ende tener la capacidad de adaptarse a estos cambios para seguir vigente. En esta capacidad de adaptarse al cambio esta la diferencia entre las marcas que perduran en el tiempo y las que no. El cliente actual está transformándose constantemente, así como también sus comportamientos de compra y su forma de relacionarse con las marcas, así que tenlo en cuenta y no te quedes atrás.
Branding en el entorno digital
Actualmente, las empresas que no tienen algún tipo de presencia online están destinadas a quedarse en el olvido, pues no es un secreto que el entorno digital esta moviendo el comercio mundial. Las marcas deben usar las nuevas tecnologías a su favor para ser cada vez más fuertes en un mercado tan competitivo, una pagina web y una presencia en redes sociales son los dos aspectos fundamentales que debemos si o si incluir en una estrategia de branding digital.
Página Web: Sin importar el tamaño que tenga la empresa (pequeña, mediana o grande) cualquiera esta en capacidad de adquirir un desarrollo web, actualmente hay muchas herramientas en internet para este fin, a los que se puede acceder con presupuestos muy bajos, muy altos o incluso de manera gratuita; la cantidad de presupuesto ya no puede ser una excusa. Una pagina web es esencial para llegar a clientes actuales y a nuevos, si tu negocio no cuenta con una, es el momento ideal para hacerlo.
Redes Sociales: Estos canales de comunicación, aunque en algunas ocasiones no tienen un impacto tan directo en las ventas, son vitales para generar opinión, para crear una comunidad solidad y para posicionar una marca. La forma más eficaz de crear una comunidad solida de seguidores es creando contenido de interés, no enfoques tu presencia en redes solo en vender y ofrecer tus productos, encuentra la forma de crear y compartir contenido de interés que conecte con tu comunidad y la haga crecer cada vez más. Usa el marketing de contenidos en redes sociales a tu favor, una buena estrategia dará como resultado mayor fidelización y posicionamiento a tu marca.
Otros elementos que puedes incluir en tu estrategia digital son: la pauta paga en redes sociales y buscadores como Google y el marketing de influencers, que, aunque no es algo indispensable, si te ayudara a tener un alcance mayor y un crecimiento mucho más rápido en el entornos digitales.
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